El sacerdote es un “ministro de la gracia”, que ha recibido de Cristo la misión y la facultad de actuar en su persona (in persona Christi Capitis), precisamente porque sin Él no podemos, hacer nada. Nacidos de la gracia y destinados a ser “ministros de la gracia”. “Y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca...” ¡Feliz 24 Aniversario de Ordenación Sacerdotal Padre Jesús! ORACION POR LOS SACERDOTES "Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño, te rogamos que por el inmenso amor y misericordia de Tu Sagrado Corazón, atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes. Te pedimos que retomes en Tu Corazón todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino, que enciendas de nuevo el deseo de santidad en los corazones de aquellos sacerdotes que han caído en la tibieza, y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes el deseo de una mayor santidad. Unidos a tu Corazón y el Corazón de María, te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial en la unidad del Espíritu Santo. Amén."
Reciban un cordial saludo, a todos los que a través de este blog de la PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN, de Yaritagua, Municipio Peña Estado Yaracuy, Venezuela están en contacto. Queremos crecer como una comunidad cristiana que ANUNCIA, FORMA, CELEBRA Y DA TESTIMONIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. Todos los cristianos, nos sentimos invitados y llamados a asumir el compromiso de evangelizar de la que cada uno somos corresponsables. Párroco Jesús Antonio Acero.
Se Invita a la Feligresía en general, a participar de las Charlas de Formación los días martes a partir de las 5:30pm
lunes, 19 de noviembre de 2018
24 Aniversario Sacerdotal del Padre Jesús Acero 19-11-18
El Señor ha estado grande con nosotros y nos ama!!!
Con júbilo y agradecimiento, celebramos los 24 aniversarios de Ordenación Sacerdotal de nuestro Padre y Pastor Pbro Jesús Antonio Acero Riaño.
Rogamos por las intenciones de un querido hermano nuestro que decidió compartir con la comunidad parroquial un suceso de extrema importancia en su vida. Consciente del poder creador de Dios y de la infinita sabiduría con que ha dispuesto todo cuanto existe, este hermano que un día como hoy ante el llamado de Dios, decidió dejar padres, Hermanos, familia, su tierra para ser “pescador de hombres”, sacerdote para siempre. Nos referimos a nuestro padre Jesús Antonio Acero Riaño, quien ofreció su vida de manera radical al Señor como Miembro del presbiterio de San Felipe desde hace 24 años. Él es nuestro párroco y amigo, con sus virtudes y defectos, con sus aciertos y desaciertos, pero con la Gracia de Dios.
El festejo inició con la celebración de la Santa Eucaristía, el padre Jesús recordó su recorrido por las diferentes comunidades parroquiales a lo largo de su ministerio sacerdotal, reflexionando en lo más preciado en cada una de ellas, recordando a su familia, amigos y a cada persona que ora por su ministerio, agradeció a Dios por concederle fidelidad, y a María la Vírgen por su protección.
Padre Jesús “El Señor ha sido fiel conmigo", por eso estoy aca.
El amor del Padre elige de entre sus hijos a algunos hombres para que con su gesto y su voz lo hagan presente a Él en medio de su pueblo, por esa razón se congregó una asamblea de fieles, para bendecir a Dios por un sacerdote humilde que ha consagrado su vida, para bendecir, consolar, abrazar, trabajar y conducir al Padre, al rebaño que se le ha asignado, ese es el Pbro Jesús Antonio Acero Riaño.
El Padre Jesús en la homilía destacó: El agradecimiento a la bondad de Dios cada día de su ministerio, y recordó su primera Eucaristía y la de cada día trata de vivirla igual que la primera vez.
La fe en la persona de Jesucristo nos conduce a amar apasionadamente a la Iglesia, sacramento universal de salvación y continuadora de su obra a través de la historia. Por ello queremos vivir con autenticidad nuestra fe católica debemos hacerlo con un especial espíritu de comunión eclesial con el Obispo y en comunión con el Papa.
La entrega a Dios y a los hombres en el ministerio sacerdotal, siempre es y será una entrega por amor.
Es un gracia de Dios muy grande y testimonio vivo de fidelidad a la vocación sacerdotal.
Invitamos a todos a Orar por los sacerdotes, y ofrecer sacrificios para que Jesucristo les conceda fortaleza y el don de la perseverancia en su misión redentora.
¡Oh Jesús!, Pastor eterno de las almas danos muchos y santos sacerdotes, religiosos, religiosas y has de nuestras familias cristianas semillero de vocaciones.
Los sacerdotes son hombres, nacidos de familias comunes y corrientes, que tienen virtudes y defectos
como todos los seres humanos, pero Dios los ha escogido desde toda la eternidad para cumplir la misión de llevar su amor y su perdón a todos los hombres.
Ser sacerdote en un mundo en continuo cambio, que todo lo relativiza y que parece ir hacia la
total libertad de costumbres, ciertamente no es fácil.
Vale la pena dar la vida por Cristo y por los demás y ser otro Cristo en la tierra, hasta sus últimas consecuencias.
Sacerdote, cada día tus manos son la cuna de Jesús; en tus manos Dios cambia la sustancia del pan y del vino en la carne y sangre de Jesús; por medio de tus manos da la absolución de los pecados.Tus manos liberan, sanan, bendicen y perdonan. No lo olvides nunca.
La vocación al sacerdocio es como un poema de amor entre Dios y el hombre. Es una llamada y una respuesta de amor al Amor. Es un diálogo de corazón a corazón, en el que Dios lo llama a ser otro Cristo, dispuesto a dar su vida por los demás y a servirles sin condiciones ni limitaciones para siempre. El sacerdote está llamado a ser mediador entre Dios y los hombres.
Un sacerdote hace más falta que un rey, que un militar, que un médico, que un maestro, porque él puede reemplazar a todos, pero nadie puede reemplazarlo a él. Por eso, se comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales y que es un gran pecado impedir o desalentar una vocación sacerdotal; ya que, si un padre o una madre obstruyen la vocación de su hijo, es como si le hicieran renunciar a un título de nobleza incomparable.
El sacerdocio es el amor del Corazón de Jesús.
Celebrar la Eucaristía es la misión más sublime y más sagrada de todo sacerdote.
El sacerdocio sólo puede ser una respuesta a la llamada de Dios, pues nadie puede darse a sí mismo el sacerdocio. Es Jesús quien llama al que quiere.
Un deber de gratitud al Señor.
La celebración de este jubileo sacerdotal se convierte así en un momento de intensa comunión eclesial.
Dios y María lo bendigan Padre Jesús.
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