La vida mariana está marcada por peregrinaciones que nos enseñan a seguir a Cristo en el cumplimiento de la voluntad de Dios.Para ir descubriendo la hermosa santidad de María, debemos primero adentrarnos en la Palabra, a través de los relatos de san Lucas y de san Juan, nos iremos dando cuenta de cómo era ella, y porque es santa. María nos enseña que este mundo no es un lugar para instalarse, sino para usar de él en tanto en cuanto sirva para mejor cumplir la voluntad de Dios.
Reciban un cordial saludo, a todos los que a través de este blog de la PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN, de Yaritagua, Municipio Peña Estado Yaracuy, Venezuela están en contacto. Queremos crecer como una comunidad cristiana que ANUNCIA, FORMA, CELEBRA Y DA TESTIMONIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. Todos los cristianos, nos sentimos invitados y llamados a asumir el compromiso de evangelizar de la que cada uno somos corresponsables. Párroco Jesús Antonio Acero.
Se Invita a la Feligresía en general, a participar de las Charlas de Formación los días martes a partir de las 5:30pm
lunes, 29 de octubre de 2018
4ta Semana de Peregrinación con María Inmaculada 29-10-18
Peregrinando con María Inmaculada, "Guardiana de la fe"
La Santísima Virgen María Inmaculada, es nuestra primera y gran santa tenemos gran necesidad de contemplarla, porque a través de ella y de forma muy autentica, nos acercamos más a Jesucristo. Ella es iluminación en el camino a su Hijo, seguir los pasos de María, es llegar a Jesucristo y a través de Él al Padre.
La vida cristiana y en oración con María para llegar a la cima de la santidad.
lunes, 22 de octubre de 2018
3ra Semana de Peregrinación con María Inmaculada 22-10-18
Nos encontramos en la 3era semana de Peregrinación con la Imagen de María Inmaculada, se han visitado alrededor de 85 familias, damos gracias a Dios por la acogida a la imagen de la Madre de Dios y con ella a Cristo Jesús.
María, peregrina en la fe
María nos enseña a ser peregrinos, Ella es la creyente por excelencia, la que supo fiarse de Dios.
Peregrinar es avanzar a través de un camino, hacia una meta.
Nuestra vida en este mundo es sólo un paso hacia la eternidad. El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que “caminamos como peregrinos hacia la Jerusalén Celestial” (CIC, 1198) y señala que “las peregrinaciones evocan nuestro caminar por la tierra hacia el cielo” (CIC, 2691)
Para vivir, en marcha hacia la unión definitiva con Dios.
También en nuestro recorrido hacia el cielo se puede presentar la tentación del cansancio, pero tenemos con nosotros la fuerza de Dios que se nos da sobre todo en la comunión eucarística, “pan de nuestra peregrinación, hasta el momento de la muerte” (CIC, 1392).
¡Feliz la que ha creído! (Lc 1, 45)
María nos enseña a recorrer esta “peregrinación en la fe” (Lumen Gentium, 58), este camino hacia Dios.
María es la creyente por excelencia, la que supo fiarse de Dios, creer en su palabra. “La Anunciación es el punto de partida de donde inicia todo el camino de María hacia Dios” (Redemptoris Mater, 14). Un camino de fe que pasa por tortuosos senderos: el presagio de Simeón, “una espada te atravesará el alma” (Lc 2, 35); el exilio en Egipto y la oscuridad interior; la actitud de Jesús que se pierde en el templo a los 12 años y María no logra entender... Hasta la cruz, que será la cima de su peregrinación terrena en la fe.
María “guardaba todas estas cosas en su corazón” (Lc 2, 51). En lo secreto de su alma, daba a todos los sucesos y circunstancias de su vida la dimensión de la fe. En ese silencio y recogimiento interior María hallaba su fuerza y su luz, su descanso. En la oración recobraba nuevos ánimos, como el viandante que se refresca con el agua de la fuente que encuentra a su paso.
“La Iglesia, confortada por la presencia de Cristo (cf. Mt 28, 20), camina en el tiempo hacia la consumación de los siglos y va al encuentro del Señor que llega. Pero en este camino -deseo destacarlo enseguida- procede recorriendo de nuevo el itinerario realizado por la Virgen María, que avanzó en la peregrinación de la fe”. (Redemptoris Mater, 2)
Dichosa tú, Virgen María. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor! (Lc 1, 45).
Nuestra dicha está en el cumplimiento de la voluntad de Dios, en seguir sus huellas, en aceptar también los días nublados y oscuros, las espinas, los dolores. Quien emprende como María el camino de la fe, avanza con paso firme y seguro a la claridad de la luz eterna. “Que María siga guiándonos hacia Cristo y hacia el Padre, también en la noche tenebrosa del mal y en los momentos de duda, crisis, silencio y sufrimiento”.
domingo, 21 de octubre de 2018
1era Misa Pbro Cristofer Ansoni Blunda Vicario Parroquial 21-10-18
Damos gracias a Dios por nuestro Obispo Monseñor Víctor Hugo Basabe y por todos los Sacerdotes de la Diócesis de San Felipe, que el Señor Todopoderoso los bendiga, les conceda la salud física y Espiritual y la Gracia de ser Santos para la Gloria de Dios.
Nuestro Obispo Monseñor Víctor Hugo Basabe ha designado como vicario Parroquial de la Inmaculada Concepción de Yaritagua al Pbro. Cristofer Ansoni Blunda Díaz.
Hoy 21 de octubre 2018 a las 9:00 am, el Padre Cristofer Ansoni Blunda Díaz celebró su primera Misa en la Parroquia Inmaculada Concepción, damos gracia a Dios por el Sacerdocio Ministerial, le damos la más cordial bienvenida.
Como discípulos y misioneros de Jesucristo, celebramos en esta Eucaristía la Jornada mundial de las misiones el “DOMUND”. Cristo Jesús es el Misionero del Padre, su entrega oblativa en la Cruz se actualiza en la celebración de la Eucaristía y aviva en nosotros el espíritu misionero para testimoniar con nuestra vida la alegría de creer y esperar en el Señor.
Y este es el camino elegido por los misioneros, que dispuestos a seguir a Jesús, han partido por los caminos del mundo a servir a los pobres y a dar la vida para que todos lleguen a conocer y amar a Jesús.
Unidos en oración presentemos al Señor la obra evangelizadora de la Iglesia. Aprendamos hermanos a seguir el camino real de Jesús, el del servicio.
¡La primera Misa de un nuevo Sacerdote!… ¡Qué tema tan abundante en profundas consideraciones para un espíritu cristiano! ¡Qué horizontes tan extensos y luminosos presentan a la vista del alma esas palabras, y qué insondables abismos de amor infinito nos muestran!
¡Una nueva Misa que se celebra en el mundo! ¿Sabéis lo que esto significa?…
Eucaristía: Es el encuentro con quién ha llamado y quiere compartir todos sus secretos. Escuela donde el Señor sigue enseñando y formando a sus discípulos. Cátedra silenciosa de todas las virtudes sacerdotales. En la Eucaristía encontrarás más motivos para unirte y amar más a Jesús, y más motivos para gastarte y desgastarte por tus hermanos. En la Eucaristía aprenderás a ser Sacerdote y Hostia.
¡Jesucristo descendiendo una vez más a la tierra con las manos llenas de los infinitos tesoros de su infinita Misericordia para derramarlos con amor inagotable sobre los infelices pecadores!
El envío misionero del Señor incluye el llamado al crecimiento de la fe y la fe “se alimenta de la Palabra que se proclama”, Jesucristo el Señor. Dejémonos enseñar por la Palabra de Jesús que es luz en el camino de la Iglesia.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,35-45:
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»
Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: «Lo somos.»
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»
Palabra del Señor
En la Homilía el Padre invita a ser cristianos y a vivir al servicio de los demás.
La forma de pensar de Jesús es diferente de la forma de pensar del mundo.
Jesús no se aprovechó de nadie sino que se acercó a los que sufrían y les dio todo lo que tenía.
El que quiera ser más importante en el Reino, tiene que empezar por hacerse servidor de todos. No hay otro camino.
Hoy nos lo dice con claridad a nosotros: si queremos ser felices más vale que nos empecemos a preocupar por el bienestar y la felicidad de los que nos rodean, porque sólo con ellos seremos nosotros felices. Imitando a Jesús encontraremos la verdadera felicidad.
Jesús renunció a todo poder para hacerse servidor de todos los hombres y mujeres.
Jesús se pone de modelo para sus apóstoles: el que quiera ser grande o ser el primero entre ellos, tiene que ser el servidor de todos.
¡Nuestro Señor Jesucristo extendiendo una vez más sus brazos santísimos sobre el mundo, como hace siglos los extendió sobre la Cruz para protegerle y detener la ira de su Eterno Padre, que de otro modo descendería sin cesar sobre la tierra! ¡Jesucristo ofreciéndose otra vez como Victima expiatoria por los pecados del mundo!
¿Quién pudiera explicar lo que pasa en los cielos y en la tierra en el momento solemne en que el nuevo sacerdote, después de pronunciar con labios trémulos las palabras de la Consagración, levanta en sus manos, temblando de pavor, de amor y de respeto, a Jesucristo?… Dios Padre, conmovido a la vista de Aquél en quien se complace y que se interpone una vez más como medianero entre Él y el mundo, detiene el brazo de su Justicia y derrama a manos llenas sobre la tierra sus bendiciones. El Corazón de María Inmaculada se inunda de gozo al contemplarle, y los ángeles, pasmándose de asombro, rodean el altar y adoran en la tierra, mezclándose con los hombres, al que adoran eternamente en el cielo, mientras crujen y retiemblan en sus quicios las puertas de las horribles mansiones de los réprobos.
¡Qué puras, qué inmaculadas, qué santas deben ser las manos del sacerdote, aquellas manos que tocan al que es la Pureza misma y sostienen al que sostiene a la creación con su palabra!
¡Qué pura aquella boca que le recibe, y aquel pecho que le guarda!
¡Qué torrentes de luces y de gracias recibirá aquel corazón en Aquella primera Misa, para que luego las derrame sobre el mundo! ¡Qué ardiente caridad, qué felicidad purísima inundará en aquellos instantes el alma del nuevo Sacerdote!
Esa nueva Misa ha de repetirse muchas y muchas veces sobre la tierra, dando gloria al Señor, alivio al purgatorio, santos al cielo y paz a los hombres de buena voluntad.
¡Quién puede comprender los beneficios que recibe el mundo por una sola Misa que se celebre, y los poderosos auxilios de que priva por una sola que deje de celebrarse!
Recuerda el Señor a sus discípulos en el Evangelio y se lo recuerda también hoy a este nuevo sacerdote y, a nosotros, para que nunca perdamos de vista el sentido de su consagración y misión.
El sacerdocio es un don, una elección, una gracia inmerecida, porque no está basado en los propios méritos o capacidades sino en el puro amor de predilección de Dios Nuestro Señor, que elige a los débiles para confundir a los fuertes.
Ese amor del Padre, que tanto amó al mundo que entregó a su propio Hijo , es el mismo amor que ha transformado a este hijo de la comunidad en Padre; a este hombre débil, en fuerza y apoyo para la fe de sus hermanos; a este hombre pecador en un ministro de su perdón, su gracia y su misericordia; a este discípulo suyo, que tiene aún tanto que aprender y recorrer en los caminos de le fe, para que sea maestro del Pueblo Santo de Dios; a este hombre desconocido para muchos, y de orígenes humildes, en un príncipe de su Iglesia, que no se doblegará ante ningún poderoso, pero que servirá con amor de padre y ternura de madre a todos los pequeños, los pobres, los desvalidos, los desposeídos, los abandonados, los postergados... y los servirá como el Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas.
De un modo muy especial, el Señor ha elegido a este hermano nuestro, tan hambriento de felicidad y de plenitud como cualquiera de nosotros, para poder saciar el hambre infinita de todos los hombres, repitiendo cada día palabras tan misteriosas como fecundas: Tomad y comed, esto es Mi Cuerpo... Tomad y bebed, Ésta es Mi Sangre...
Damos Gracias a Dios por el Padre Ansoni Blunda.
¿Cuántas tareas querrá el Señor encomendarle desde ahora al Padre Cristofer Ansoni Blunda, y hasta el día en que los ángeles le reciban exultantes en las moradas eternas? No podemos saberlo.
Y te pedimos que, cada día, cuando eleves la Santa Eucaristía para mostrar a tus hermanos al Cordero que quita el pecado del mundo, le susurres en tu interior: Señor, dame la gracia de ser un sacerdote según tu Corazón.
Amén.
Padre Ansoni, le deseamos el gozo sobre todo gozo de su vida, capaz de llenar de plenitud y de hacer llevaderas y hasta alegres sus cruces, y que sea este sólo: pensar y saborear que es sacerdote para siempre.
BIENVENIDO A SU PARROQUIA COMO VICARIO!!!
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