Peregrinando con Nuestra Madre

24 días de recorrido con Nuestra Madre María Inmaculada en el sector de la concepción de Yaritagua, visitó muchos hogares que gustosos aceptaron ser bendecidos por nuestro Señor, cada día se meditaba los gozos de María, las Bienaventuranzas de María, los Dolores de María, las Obras de Misericordia Corporales y las Espirituales, y Nuestro Señor Jesucristo nos hacia un llamado muy personal a cada uno de los allí presentes, que es salir a su encuentro. Los que no quisierón recibir a la Virgen y en ella a su Hijo Jesucristo pedimos al Dios de la Vida que los colme de gracias y bendiciones siempre

Cada día Dios nos colma de Gracias y Bendiciones.

Madre Inmaculada intercede ante tú Hijo Amado por Yaritagua y en especial por la Concepción

CANTO DE MARÍA

Mi alma canta el amor de Dios,

y mi espíritu al salvador.

Porque Él miró mi humildad

todo el mundo me aclamará.

Y la Virgen Santa

le cantó al Señor,

dándole las gracias

por su gran amor. (2)

Al humilde Dios levantará,

al soberbio lo derribará.

Al hambriento le dará su pan

y a los ricos los despedirá.

Desde siempre Dios nos eligió

para ser testigos de su amor.

Su misericordia y su bondad

con nosotros siempre estarán.

HAGAN TODO LO QUE ÉL LES DIGA

Hagan todo lo que Él les diga,así nuestra Madre enseñó.

Hacemos lo que Jesús nos dice, seguimos el llamado del amor.

Para anunciar tu Evangelio, para luchar con amor, en la voz de los más pobres, está llamando el Señor.

Hoy muchas voces nos llaman, las voces del mundo de hoy, en ellas nos llama Cristo y nos pide el corazón.

Hoy también nos falta el vino, falta la fuerza de Dios, Cristo sólo hace milagros si abrimos el corazón.

Para que seamos hermanos, hoy nos convoca el Señor, siendo justos, solidarios con la fuerza que da Dios.

Somos pueblo de Dios, tenemos la misión, de ser como la Virgen misionera de Dios.

ir más allá de las fronteras a llevar la misión de Cristo.

Fue la Virgen María a visitar a su prima Santa Isabel siendo así la primera que misionera llevó la fe. Hoy ella nos visita y nos invita a evangelizar. “Hagan lo que Él les diga, les dijo, y la vida encontrarán.

Brota del mismo vientre del continente como un clamor, un gran anhelo por ver ya consumado el Reino de Dios. Tenemos la esperanza que nos alcanza tu cruz, Señor, nada puede apartarnos y separarnos ya de tu amor.

Bendita entre las mujeres, mujer nacida sin mancha.

Sin mancha será tu vida, tu corazón, tu mirada.

Antes que todo se hiciera, los mares y las montañas, en Dios estabas María, y Dios en Ti se alegraba.

Qué hermosa eres María, orgullo de nuestra raza, sin pecado concebida, nacida llena de gracia.

Antes de nacer el sol, tu luz ya me iluminaba. Si es Jesús la luz del día tú fuiste la madrugada.

Rayo de luz sin tinieblas, cristal que no se rasgara, río de amor transparente que nunca enturbia sus aguas.

Madre, hoy quiero hablarte una vez más y estar cerca de tu corazón, junto a ti.

Y quiero contarte que ya estoy en la lucha diaria por lograr la santidad.

Quiero que Tú me vayas guiando por este camino que escogí, ser como el Padre; pero tengo miedo de caer y en la oscuridad no ver. Pero Tú Madre estarás allí.

El mal va dejando huellas tras de sí, pero un joven quiere construir un mundo nuevo. En el que el hombre tenga que luchar para que Cristo pueda reinar junto a su Padre.

Ser respuesta para el mundo es la misión, y yo Madre me consagro a ti por entero.

Eres la Reina de mi corazón, Madre humilde, esclava del Señor, hazme fuerte en la alianza de amor.

Y finalmente Nuestra Madre de Regreso a casa

MIS DOS MAMÁS

Tengo en casa a mi mamá,

pero mis mamás son dos,

en el cielo está la Virgen

que es también mamá de Dios.

Las dos me quieren a mí,

las dos me entregan su amor.

A las dos las busco y las llamo,

a las dos las quiero yo.

Cuando llamo a mi mamá,

ella viene sin tardar,

mi Mamá del Cielo viene

si me acuerdo de rezar.

Cada día mi mamá

me da un beso al despertar;

en el alma llevo el beso

de mi mamá celestial.

ALÉGRATE MARÍA

Alégrate María,

Inmaculada y Santa,

amada de Dios,

nueva Eva elegida,

cooperadora de la reconciliación.

Madre de Jesús y nuestra,

incansable auxilio de los pecadores,

maternal intercesora,

acuérdate siempre de estos hijo tuyo.

Amén.